DESCRIPTION GRANDE

Esta edición traducida en la lengua española revela las raíces del Antiguo Egipto de los romaníes (gitanos) y la forma en que provocaron la civilización y orientalización de Hispania, en los últimos 6.000 años. El libro también presenta la relación íntima entre Egipto e Hispania desde un punto de vista arqueológico, histórico, cultural, etnológico, lingüístico etc. como resultado de la inmigración de los romaníes egipcios (gitanos) a Iberia.

Este libro consta de 14 capítulos de la siguiente manera:
El Capítulo Uno, La esencia de los Romaníes (Gitanos) de Hispania, analiza el tema de los Gitanos y diferencia al romaní egipcio de los grupos nómadas no egipcios. Destaca sus características egipcias y sus diferentes grupos afines.

El Capítulo Dos, Nuestra Madre Celestial, muestra cómo el Antiguo Egipto e Iberia comparten el intenso amor por la Virgen Madre (conocida en el Antiguo Egipto como Isis y en el Cristianismo como Mary/María). Se presenta una versión resumida de la historia de Isis y Osiris, ilustrando los paralelismos entre la Isis del Antiguo Egipto y la Virgen María. El papel de María/Auset constituyó la base de la estructura social matrilineal/matriarcal. Este capítulo también muestra el papel del toro en el Antiguo Egipto e Iberia, y que las prácticas de corridas de toros y encierros taurinos en Iberia solo pueden encontrarse en el Antiguo Egipto desde hace al menos 5,000 años.

El Capítulo Tres, Fuera de Egipto, ofrece una visión general de los principales errores existentes en las teorías comúnmente aceptadas sobre la historia de Iberia. Destaca la falsedad de la cronología y de las fechas que aparecen en muchas de las referencias. También resalta el increíble silencio que se aprecia en la mayoría de las referencias, acerca del papel de la civilización más populosa, opulenta y prominente en el mundo antiguo, Egipto. Relata la temprana inmigración egipcia hacia otros países, y hace alusión a algunos de sus primeros asentamientos en Asia y Europa. También se refiere al consenso general acerca de las características demográficas en Iberia y a cómo los antiguos egipcios (de todas las naciones en el mundo) presentan exactamente estas mismas características.

El Capítulo Cuatro, Aleaciones Egipcio-Hispánicas, describe el conocimiento que poseía el Antiguo Egipto sobre metalurgia y su habilidad para crear numerosas aleaciones minerales. Mostrará cómo el Antiguo Egipto carecía de ciertos minerales para hacer aleaciones específicas (tales como electro, cobre y bronce), la gran demanda de metales en Egipto y cómo la fluctuación en la producción de estos productos en el Antiguo Egipto se relaciona con el auge y decadencia de las actividades mineras en Iberia. También habla de la historia del Antiguo Egipto con respecto a la organización y gestión de grandes yacimientos mineros, asentamientos fortificados, etc.

El Capítulo Cinco, En los inicios—Almería, destaca los hallazgos arqueológicos en los primeros asentamientos en diversas regiones ibéricas, comenzando en Almería, y relaciona estas actividades en Iberia con el Antiguo Egipto para mostrar similitudes y afinidades únicas entre el Antiguo Egipto (en tiempos pre-dinásticos y dinásticos tempranos) e Iberia, en todos los aspectos de la religión, arquitectura, agricultura, metalurgia, etcEl Capítulo Seis, Dueños de los Mares, muestra la supremacía de las embarcaciones del Antiguo Egipto, así como sus tamaños, tipos y funciones. Proporciona una visión general de los bienes egipcios buscados por todo el mundo y menciona a los patronos (deidades) de los viajes y cómo estos fueron adoptados, al 100%, por otros pueblos, como los fenicios.

El Capítulo Siete, Comerciantes de los Mares, evalúa la teoría común sobre el papel de los fenicios/púnicos en la historia de Iberia, describiendo la evidencia arqueológica e histórica en la patria de los fenicios. La evidencia de que Fenicia era vasalla del Antiguo Egipto y de que los fenicios copiaron todos los aspectos de la antigua cultura egipcia es incuestionable. Muestra que los fenicios eran únicamente marineros y comerciantes experimentados. Los fenicios no contaban con el número de personas (ni con el talento) para dedicarse a la agricultura, al arte, a la industria y no tenían los conocimientos sobre construcción necesarios para establecer nuevos asentamientos en Iberia o en otros lugares.

El Capítulo Ocho, Canopo y Cádiz: Historia de Dos Puertos, ofrece una historia precisa de Cádiz y de su papel como la puerta de entrada occidental a la Iberia occidental, al norte de Europa y al continente africano. Muestra que sus divulgadas técnicas de pesca y salazón, así como sus afamados bailarines, eran copias de las técnicas y los bailarines del Antiguo Egipto. Destaca la importancia de los puertos de Canopo (Alejandría antes de Alejandro Magno) como el centro de comercio en todo el mundo, durante miles de años. Describe el papel de los egipcios Hércules/Heracles en los puertos egipcios y cómo otros países imitaron a Egipto en este sentido. Muestra las similitudes entre el puerto de Cádiz, con sus santuarios, y el puerto de Canopo, con sus templos.

El Capítulo Nueve, La Devastación Asiria y sus efectos, relaciona el gran poder de los asirios (y más tarde los persas) con las oleadas de migración masiva desde el Antiguo Egipto, que coincidieron con un incremento de la población y el número de asentamientos en Iberia.

El Capítulo Diez, Idealizando a los Romanos, trata sobre el mérito falsamente atribuido a la influencia de estos en Iberia, en todos los aspectos de la vida ibérica, tales como la cultura, el gobierno, la religión, el lenguaje, la sociedad, las construcciones, etc

El Capítulo Once, Los Moriscos, aborda la falsedad del mérito otorgado a los moriscos/musulmanes/árabes. Identifica el verdadero origen de estos invasores y cuán alejados estaban de los aspectos civilizados de Iberia, como la agricultura, la vivienda, los jardines, las artes, la artesanía, etc…; y cómo todos estos aspectos y actividades se realizaban solamente en Egipto antes de surgir en Iberia. También muestra el gran número de colonos egipcios en las áreas mejor cultivadas de Iberia, como Algarve y Murcia.

El Capítulo Doce, Origen de las Lenguas/Dialectos ibéricos, define el papel del idioma del Antiguo Egipto como madre de todas las lenguas semíticas, así como de todas las demás lenguas/dialectos de la Cuenca Mediterránea y fuera de ésta.

El Capítulo Trece, Las Vivas Tradiciones Religiosas, muestra cómo los pueblos de Egipto y de la Península Ibérica comparten el mismo concepto de animismo, del poder de los santos, de las peregrinaciones religiosas, las fiestas, etc. También describe el papel del Antiguo Egipto en el Priscilianismo, que tuvo (y sigue teniendo) una amplia difusión. También relaciona el destino de Prisciliano con la peregrinación y las tradiciones en Santiago de Compostela. Se muestra que la historia y prácticas de las cofradías en la Iberia gobernada por los católicos (y en el sur de Italia) coinciden exactamente con las Órdenes “Sufíes” en los países islamizados, y que los fundamentos y prácticas de estos grupos místicos bajo las normas islámicas y cristianas tienen su origen en el Antiguo Egipto.

El Capítulo Catorce, La Herencia Musical Egipcio-ibérica, muestra el estrecho vínculo que existe entre los legados egipcio e ibérico en lo que se refiere a música, poesía, cantos y bailes. Explica cómo el Antiguo Egipto —y no los moros— son la fuente de la música, el canto, la danza y la poesía en la Península Ibérica. Destaca el papel de los romaníes (egipcios) como intérpretes de estas actividades en la Península Ibérica. Describe las principales actividades musicales festivas tanto en Egipto como en la Península Ibérica.