El tiempo rítmico
El efecto emocional de la música depende en gran medida del tipo de ritmo que emplea. Ritmo significa flujo: un movimiento que surge y disminuye en intensidad. El flujo del ritmo asume muchas formas en la música. Gran parte del color y la personalidad de la música proviene de su ritmo. Éste puede ser el contraste de impulsos fuertes y débiles, valores de notas largas y cortas, tonos graves y agudos, lentos o rápidos, uniformes o desiguales, con acentos frecuentes o poco frecuentes. Las combinaciones de estos elementos dan al ritmo su carácter.
Además de la interpretación musical, la sincronización rítmica también se aplica a: la música/palabras/frases depende de la sensación y la memoria; porque no sólo debemos sentir los sonidos en el instante en que golpean el instrumento, sino también recordar aquellos que ya se han golpeado antes, para poder compararlos entre sí. El elemento de tiempo que separa los tonos consecutivos es el factor organizador para escuchar, sentir y comprender la intención de la música o de las palabras/frases habladas.
El ritmo del ser humano está relacionado mayoritariamente con el pulso cardíaco. El ritmo tiene un efecto sobre el corazón y también se mide en relación con él. Llevamos incorporado un reloj (el pulso) cuyo ritmo normal es de unos 72 latidos por minuto. [Véase también la relación entre el número 72 y el buk-nunu anterior en el texto.] Es con este criterio que juzgamos los acontecimientos rápidos o lentos: su ritmo. Cuando el tempo musical varía del pulso del corazón (más rápido o más lento), causará una excitación antinatural.
Música más lenta = tranquilidad, suavidad, tristeza.
Ritmo más rápido = felicidad, alegría, vitalidad.
Los números 2 y 3 son los números de Isis y Osiris, los reguladores de todo el universo, como se mostró anteriormente. Como tal, prácticamente toda organización rítmica se basa en uno de dos esquemas generales: el binario (fuerte, alternando con un tiempo débil), o el ternario (fuerte), seguido de dos tiempos débiles. Uno u otro de estos tipos subyace en el marco rítmico de cada composición. El ritmo binario o ternario subyacente se conoce como ritmo fundamental. Las subdivisiones de estos tiempos que aparecen dentro del marco general se denominan ritmo subsidiario.
Los números 2 y 3 están relacionados con el ritmo respiratorio natural y, por lo tanto, se reflejan en el método binario y ternario de medición del tiempo en la interpretación musical. Cuando una persona duerme tranquilamente, el tiempo entre la espiración y la inhalación es el doble que el que transcurre entre la inhalación y la exhalación. Es la idea detrás de todas las formas musicales. El dentro y fuera y la alternancia de tensión y relajación gobiernan todas las manifestaciones posteriores.
Batir el compás en la música es muy importante, porque si un músico (no un percusionista) se queda sin compás, la música suena apagada y el oído tiende a dejar de escuchar y a desviarse. El latido es la pulsación constante. Actúa como una regla mediante la cual podemos medir la duración de una nota y el tiempo entre notas. El ritmo del tiempo se puede lograr de cualquiera de las siguientes maneras:
1. Los músicos aprenden a mantener el ritmo con la ayuda de sílabas onomatopéyicas, en silencio. La correspondencia entre sílabas y notas musicales hace que este método de cronometraje sea muy natural.
Cantar con/con música sigue el mismo patrón y se puede lograr de dos maneras: 1) usando ciertas sílabas durante la duración de la nota y/o durante el tiempo entre notas; 2) o una recurrencia par o alterna de números, contando uno mismo.
Por lo general, se utilizan dos tamaños de sílabas: corta y larga, es decir, una vocal larga/más larga, en una proporción de 2:1. Estos dos elementos básicos se utilizan en numerosas variaciones para metros variables: la secuencia de tiempos y silencios contenidos en cada segmento de tiempo.
2. Golpear los pies se representa en escenas musicales del Antiguo Egipto [que se muestran en el extremo derecho a continuación] como un método para mantener el tiempo.
3. En muchas representaciones musicales en edificios del Antiguo Egipto, los músicos están acompañados por una persona que aplaude o utiliza badajos para mantener el ritmo de los músicos.
4. Los egipcios utilizaron/utilizan los patrones de tambores de pequeños tambores de mano, el tambor de copa (tabla/darabukkah), el tambor del marco (riqq o alquitrán), o el par de timbales (naqqaren) para regular el tiempo.
5. Las prácticas egipcias clásicas tenían dos tipos de ritmos que funcionaban en combinación: silencioso y audible.
• Gestos silenciosos se usaban en el Antiguo Egipto, de diversas formas dando señales, tales como: levantar el antebrazo, girar la palma hacia arriba o hacia abajo y estirar o doblar los dedos; una mano se extiende parcialmente con el pulgar y el índice formando un círculo y los otros dedos se mantienen rígidos, mientras que la otra mano se coloca sobre la oreja o sobre la rodilla en una posición relajada, con la palma hacia arriba o hacia abajo. El pulgar puede estar levantado o doblado contra el dedo índice.
Al realizar estos movimientos, las manos alternaban de miembro en miembro con la mano derecha; la mano izquierda; y ambas manos.
Los dedos también se alternaban. En tiempo doble, las cuatro partes de un período se denotaban señalando primero con el dedo meñique y añadiendo sucesivamente el dedo anular, el dedo medio y el dedo índice.
• ritmos audibles también se proporcionaban chasqueando los dedos; dar palmadas (como en el muslo) con la mano derecha o con la mano izquierda; o dar palmadas con ambas manos.
En la tumba de Amenemhet en Luxor (Tebas), fechada ca. 1500 a. C., se representa a una directora de orquesta parada frente a los artistas, marcando el compás con el talón derecho y chasqueando los dedos pulgar e índice.
[Un extracto de El perdurable sistema musical, la teoría y la práctica del Antiguo Egipto: Segunda edición de Moustafa Gadalla]
https://egyptianwisdomcenter.org/product/instrumentos-musicales-egipcios/
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